Por: Sport.es
4 de Junio, 2018 2:32 PM GMT-4
Circuito de Belle Isle - Detroit, Michigan, Estados Unidos
Una inusual escena sucedió antes de la arrancada de la carrera 2 de IndyCar Series en Detroit
Antes del inicio de la carrera 2 de la etapa de Detroit, una escena poco usual fue vista entre las miles de personas que asisten a Belle Isle y ante los millones de personas que acompañaban a prueba por la televisión.
El Pace Car, guiado por el Vicepresidente ejecutivo de General Motors, Mark Reuss, perdió el control y se estrelló en el muro del circuito, interrumpiendo las vueltas de calentamiento antes de la largada.
Las imágenes han dado la vuelta al mundo. No es habitual que el 'safety car' se convierta en el protagonista de un accidente.
Reuss no es un profesional, pero tampoco un novato, ya que desde hace años hace esta labor en el GP de Detroit. El coche que destrozó el ejecutivo es el nuevo Chevrolet Corvette ZR1 2019 de 755 caballos, equipado con un motor 6.2 V8, capaz de acelerar de 0 a 100 en menos de tres segundos y de alcanzar los 340 kilómetros/hora. La versión básica cuesta 108.610 euros, por lo que es fácil calcular lo caros que salieron los destrozos.
Por suerte no hubo que lamentar lesiones de gravedad ni del piloto y ni del comisario de pista que le acompañaba, Mark Sandy. Ambos fueron evacuados al hospital del circuito para un exámen, que descartó lesiones importantes en ningún caso.
4 de Junio, 2018 2:32 PM GMT-4
Circuito de Belle Isle - Detroit, Michigan, Estados Unidos
Una inusual escena sucedió antes de la arrancada de la carrera 2 de IndyCar Series en Detroit
Antes del inicio de la carrera 2 de la etapa de Detroit, una escena poco usual fue vista entre las miles de personas que asisten a Belle Isle y ante los millones de personas que acompañaban a prueba por la televisión.
El Pace Car, guiado por el Vicepresidente ejecutivo de General Motors, Mark Reuss, perdió el control y se estrelló en el muro del circuito, interrumpiendo las vueltas de calentamiento antes de la largada.
Las imágenes han dado la vuelta al mundo. No es habitual que el 'safety car' se convierta en el protagonista de un accidente.
Reuss no es un profesional, pero tampoco un novato, ya que desde hace años hace esta labor en el GP de Detroit. El coche que destrozó el ejecutivo es el nuevo Chevrolet Corvette ZR1 2019 de 755 caballos, equipado con un motor 6.2 V8, capaz de acelerar de 0 a 100 en menos de tres segundos y de alcanzar los 340 kilómetros/hora. La versión básica cuesta 108.610 euros, por lo que es fácil calcular lo caros que salieron los destrozos.
Por suerte no hubo que lamentar lesiones de gravedad ni del piloto y ni del comisario de pista que le acompañaba, Mark Sandy. Ambos fueron evacuados al hospital del circuito para un exámen, que descartó lesiones importantes en ningún caso.